No sólo es posible atajar más de un problema a la vez, sino que es beneficioso. Un estudio de la Universidad de Northwestern (EEUU) muestra que animar a las personas con unos hábitos poco saludables a que aumenten su consumo de fruta y verdura y a que pasen menos tiempo sentados en el sofá es una intervención exitosa que provoca, además, otros efectos positivos como la disminución en la ingesta de grasas. Según los autores, cuanto menos tiempo pasas delante de la televisión, menos metes la mano en la bolsa de patatas.
"Haciendo simplemente dos cambios en el estilo de vida se logra un efecto grande y las personas no se ven sobrepasadas", señala Bonnie Spring, profesora de Medicina Preventiva en la universidad americana y autora principal del estudio. En él, pusieron a prueba dos intervenciones, una en la que se emplazaba a los participantes a disminuir el consumo de grasas y a aumentar la actividad física, y otra en la que se proponía aumentar la ingesta de fruta y verdura y pasar menos tiempo en el sofá.
Los cerca de 200 participantes, adultos entre 21 y 60 años con malos hábitos, utilizaron un asistente personal digital para controlar ellos mismos sus objetivos y para registrar sus progresos. Durante las tres primeras semanas, recibieron un incentivo de hasta 175 dólares por hacerlo. Después, los investigadores les informaron de que ya no estaban obligados a seguir con el programa si no querían, pero recibirían entre 30 y 80 dólares por seguir registrando lo que hacían, aunque no cumplieran con las metas.
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